Entre llanto, suspiros y lamentaciones familiares rinden culto a Lucina Cruz Villanueva

Montiel CRUZ / Crónica 

Una tarde nublada, viento suave, en medio de olor a copal a flores de cempasúchil, la flor de borla roja que dan vida a la celebración de Día de “Muertos y “Fieles Difuntos” que se vivió en Ocotlán de Morelos, desde la tumba de Lucina Cruz Villanueva, la comunera que el 23 de junio del año 2011 fue asesinada  a sus 53 años de edad, “la recordaron entre llanto, suspiros y lamentaciones que no se ha hecho justicia a dos años”.

Allá en el panteón municipal de Ocotlán de Morelos, se escuchaba una banda de viento que interpretaba el ¡¡¡ día que yo muera, no voy a llevarme nada, hay que darle gusto, lo que pasó en este mundo, no más los recursos quedan: Ya muerto voy a llevarme un puño de tierra!!! .Es la letra interpretada por Antonio Aguilar que se dejaba oír en el camposanto, mientras colocaban una ofrenda en la tumba de Lucina Cruz.

Adentro del camposanto, familiares de los que se adelantaron en esta vida, que llegaron a rendirle culto en el “Día de los Difuntos”.

La tumba llama la atención, es la de Lucina Cruz Villanueva, la comunera asesinada de una puñalada por supuestamente Gabino Díaz, cuando la mujer de origen humilde defendía un predio en el paraje la “Tortolita”, Ocotlán, a 17 meses de su muerte, esté es el segundo año que sus familiares le llevaron flores, veladoras y la recordaron, entre llanto, suspiros y lamentaciones que la justicia está muy lejos que se aplique en Oaxaca.

En medio de una celebración de fe y devoción, el padre de Santo “Domingo de Guzmán”, Saturnino Hernández Herrera, ofrece una misa por la celebración del “Día de Muertos”, se escucha a los cuatro vientos el “Himno de Oaxaca”, el Dios Nunca Muere, una de sus hijas apunto de soltar el llanto señala que aún no han logrado superar su pérdida, lo cual ha quedado de manifestó con el tono de su voz que se quiebra y casi se apaga al recordarla a su madre asesinada.

A ahí, en el cementerio, la hija llego, el yerno y sus nietos llegaron desde temprano a rendirle culto a Lucina Cruz Villanueva. En sus semblantes se nota el desconsuelo, prefieren no declarar nada, entre lazando las manos y un tono de voz enérgico dicen que ya no creen en la justicia pues ha pasado mucho tiempo y al parecer no hay nada.

Sin embargo, lamentan que el caso haya quedado “inpugne”, con su voz apenas audible, hicieron ver que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGR) tiene en manos el caso, pero todo indica que este caso no se aplicará la Ley en beneficio de la gente pobre. Debemos de tener dinero e influyentes para que se nos tome en cuenta, reclaman sus familiares, mientras  piden que se haga justicia.

Los familiares dijeron que siguen rezando por Lucina Cruz Villanueva (QDP), falleció el 24 de junio cuando recibía atención médica en el Hospital de Especialidades de San San Bartolo Coyotepec, lugar al que fue trasladada después de haber sido apuñalada en el pecho.

Así, junto a la tumba de Lucina Cruz Villanueva, sus familiares y ejidatarios llegaron para poner la ofrenda de  flores, veladoras, copal y aprovechar este espacio en exigir a las instancias correspondientes que se aplique todo el peso de la Ley a los que tiene que ver con esta muerte y paguen con el crimen que aun sigue en la mente de los ejidatarios y familiares que aun le lloran por su muerte.