Cuando digo que las juventudes tienen un papel decisivo en la política, no lo hago por moda… lo digo por convicción. Conozco de cerca el entusiasmo, la energía y las ganas de cambio de muchos jóvenes que hoy se inspiran en participar, en sumarse, en formar parte del rumbo que queremos para Oaxaca. Y ese impulso no puede quedar sólo en buenas intenciones: debe transformarse en estructura, voz y decisión.
En México existen más de 15 millones de personas jóvenes en edad de trabajar, muchas sin seguridad social o condiciones de empleo dignas.
Pero más allá del trabajo: sus perspectivas, sus sueños, sus causas deben integrarse al sistema de decisiones para que las políticas públicas respondan a sus realidades. En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estamos convencidos de que escuchar a las juventudes es abrirle paso a la democracia.
La participación de los jóvenes no debe quedar en discursos, debe manifestarse en tierra firme: en los comités municipales, en las seccionales y en las estructuras que marcan la agenda del partido en cada municipio. Los jóvenes traen nuevas ideas, nuevos tonos, nuevos puentes entre la política y la sociedad.
En Oaxaca, los jóvenes que se suman a los comités llevan ese mensaje a cada calle, cada sección, cada comunidad. Al integrar a las juventudes de verdad, reconstruimos un partido que no está en el pasado, sino que vive el presente.
Tags
Política
