Difusión de Cornelio MERLÍN CRUZ
México D.F. Febrero 28 de 2012.- El 2003 fue un
año determinante en la cuantificación del delito de secuestro. Por primera vez
se manejaron las cifras que colocaron a México en el segundo lugar a nivel
mundial con el incremento del 300% en comparación de las cifras del 2002.
A partir del 2008, se colocó en el primer lugar de
la lista y en el mismo se conserva.
En el 2012, a diez años de distancia, el secuestro
se ha ido transformando en modus operandi, objetivo y perfil del delincuente.
Conversando sobre el tema con el Lic. Alejandro
Desfassiaux, Presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial®, nos
comenta que el delito del secuestro se ha ido “profesionalizando” por varias razones,
entre ellos, un mayor uso de tecnología en comunicaciones por parte de la
delincuencia, ya sea para interceptar teléfonos o crear una propia comunicación
que no pueda ser interceptada o rastreada; por la compra ilegal de datos
personales, bancarios y telefónicos; por la alianza entre bandas criminales en casos
de secuestro de alto impacto y por la participación que se ha descubierto, al
ser detenidos, de ex policías que antes estaban a favor de la justicia y
después utilizan sus experiencias en contra de la misma.
Además, menciona, “el modus operandi del secuestro
Express se adjudica a la Ciudad de México, a fines de los 90-s y principios del
2000. Esta modalidad en la que en promedio retenían a una persona entre 6 y 14
horas, con un monto promedio de 6 mil pesos y casi siempre el atraco a través
de los cajeros automáticos, ha disminuido ya que los delincuentes van por
cantidades mayores que pueden obtener a través de un secuestro tradicional. El
uso de taxis en el secuestro Express fue cometido en el 85% de los casos dentro
de un taxi, por lo general pirata, 10% contra transeúntes elegidos al azar y 5%
a automovilistas. El secuestro en general está tipificado dentro del Código
Penal Federal, pero en pleno 2012 tiene tal diversidad como delito que debería
considerarse para una nueva legislación al respecto”.
PGRJDF se abren casi dos en la PGR. El Instituto
Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, A.C., comenta que sólo 4 de cada 10
secuestros son reportados.
De la misma forma, el Centro de Inteligencia de
Grupo Multisistemas® proporciona estos datos sobre el tema:
• Entre
los tipos más comunes de secuestro, destacan: el autosecuestro, el express, el
convencional, con fines de asesinato, el de alto impacto, el virtual (mejor
conocido como extorsión) y el múltiple, que incluye a los famosos “levantones”.
• El
secuestrador comete este delito por razones como: obtener fácilmente una gran
suma de dinero, para negociar un acuerdo, por venganza personal, por rivalidad,
para cometer delitos como robo, violación u homicidio; para obligar a nuevas
personas a formar parte de las filas de la delincuencia organizada o bien para
tener “nuevos y modernos esclavos” con fines de explotación sexual o laboral.
• En el
2011, en el primer bimestre, el secuestro Express fue del 58%, el convencional
del 37% y con fines de asesinato sólo del 5%
• En el
2012, en el primer bimestre, el secuestro convencional fue del 57% y con fines
de asesinato del 43%, elevando notablemente la incidencia en estos tipos, sobre
todo en los estados de Nuevo León, Jalisco y Aguascalientes.
• En lo
que va del año, en Nuevo León se han llevado a cabo el 72% de los secuestros a
nivel nacional
• Los
secuestros en este año se han llevado en su totalidad con armas de fuego. Las
víctimas han sido hombres en un 89% y mujeres en un 11% El 75% de ellos ha sido
rescatado o liberado con vida. El 25% restante es incierto a comparación del
primer bimestre del año pasado en el que las víctimas fueron hombres en un 78%
y 22% mujeres, de los cuales, el 45% fue liberado o rescatado con vida, el 10%
desafortunadamente falleció y el 45% se desconoce el desenlace.
• En el
caso del secuestro express, por lo general, los secuestradores son individuos
con antecedentes penales. Muchos son farmacodependientes y conocen a la
víctima. No planifican el secuestro, eligen su víctima al azar que por lo
general va distraída, denota cierto status por su ropa, auto, accesorios o sale
de un banco. Tratan de obtener la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo
posible, en cuestión de horas. Tratan de evitar complicaciones mayores.
• En el
caso del secuestro virtual, por lo general es gente que conoce la rutina de la
víctima y suelen realizarlo mientras esta persona se divierte.
• En un
secuestro convencional, la víctima es interceptada con violencia, introducida a
la fuerza en un vehículo y posteriormente lo cambian a diferentes unidades para
despistar a testigos o autoridades. Por lo general, golpean y amedrentan a la
víctima en el trayecto, quien suele ir con los ojos vendados, amordazado, atado
de pies y manos para confundirlo. Suelen transportar a la víctima a casas de
seguridad, lugares deshabitados con ventanas cubiertas para esquivar la luz
natural y no sepa la víctima si es de noche o día. Es obligado a escribir o
enviar mensajes a sus familiares.
• Es común
que el secuestrador no intimide con la víctima, a pesar de la convivencia
cercana y constante durante el cautiverio.
Utiliza el temor a la muerte y la violencia para
hacerlo dócil.
• El
secuestrador deliberado, aquél que ha hecho de este delito su modo de vida,
suele ser patológico emocional y psicológicamente.
Suelen
provenir de una familia con falta de afecto y se relacionan difícilmente con la
gente. Suelen ser los que realizan el secuestro, negocian con la familia y
deciden qué hacer con la víctima.
• El
secuestrador circunstancial es aquel que en un momento es invitado a participar
en el delito y suele no haber delinquido anteriormente. En momentos duda en
apoyar al plagiario o al plagiado. Es común que sean las personas que los
cuidan durante el secuestro y suelen tener bajo nivel de decisión dentro de la
célula delictiva.
•
Cualquier tipo de secuestro deja en las víctimas y sus familias un dolor y
desgaste emocional traumático invaluable, quiebra emocional y patrimonial.
• Durante
el secuestro, la víctima vive momentos de confusión, insomnio, desequilibrio,
desesperanza, fantasía, sufrimiento, impotencia, baja estima, dolor físico y
emocional, entre otros.
Pero no
rendirse psicológicamente ante la posibilidad de muerte inminente mantiene a
las víctimas con vida.
• Al
momento de la liberación, la víctima suele experimentar una euforia desmedida
por estar vivo y libre, pero con el paso del tiempo, incluso hasta dos años,
las secuelas psicológicas y somáticas se presentan con frecuencia. En promedio,
una víctima pierde diez kilos en cautiverio.
“Desafortunadamente, el secuestro se ha
convertido en una industria, en un modus operandi para muchas personas, algunas
muy organizadas, otras improvisadas que bajo el marco familiar o de ser conocidos,
se unen para cometer este delito. El 53% de los secuestradores son hombres,
pero la participación femenina también se quintuplicó en un año, del 2010 al
2011, sobre todo en las áreas de vigilar a los secuestrados o ir por el
rescate. La mayoría de ellas tienen una relación sentimental con el
delincuente”, comentó.
No se cuentan con cifras exactas de personas
secuestradas, liberadas, lesionadas o mutiladas durante el secuestro o
fallecidas en el mismo.
La proporción de secuestros denunciados a los
cometidos es pequeña.
El temor a denunciar también se relaciona con la
“muerte suspendida”, etapa de angustia y pérdida de libertad que caracteriza al
secuestrado y/o a sus familiares. La vida de una persona y su núcleo cambia
completamente, tanto, que las personas que pueden hacerlo, cambian súbitamente
de lugar de residencia.
Ahora bien, la prevención sigue siendo la mejor
herramienta para cuidarse a sí mismo, los suyos y su patrimonio. “La
contratación de seguridad privada para prevenir este delito podría aproximarse
al 80% de la misma, en la que escoltas son solicitados para salvaguardar la
integridad de una persona o de una familia. Sólo que en este caso es importante
recordar que sin certificación no hay contratación. El 70% de los
secuestradores provienen de una familia disfuncional y el 80% de los mismos
conoce a la víctima que al reconocerlos, muchas veces es asesinado. En un
secuestro sólo se tienen opciones muy cerradas: denunciar el caso y que las
autoridades intervengan en un operativo, pagar el rescate y esperar
instrucciones con un final incierto o bien, no pagar el rescate con un final
violento. Aproximadamente, el 70% de los casos se resuelven por el pago de
rescate, el 10% es rescatado previa denuncia y el 20% es atacado por los
delincuentes cuando ven o piensan que no se pagará el rescate solicitado”,
explicó.
Tips para prevenir un secuestro:
• Sea
impredecible. Cambie su rutina con frecuencia, sobre todo en rutas y horarios.
• No
proporcione información personal a desconocidos, sobre todo aquella que pueda
ubicarle.
• Tenga
cautela con sus comentarios, sobre todo frente a extraños o personal ocasional.
• Procure
tomar taxis seguros y evitar rutas desconocidas.
• Si
conduce su automóvil, maneje con vidrios y puertas cerradas con seguro, evite
los atajos y en caso de que lo persigan, toque el claxon sin parar y evite
detenerse hasta llegar a un sitio público o donde puedan auxiliarle.
•
Mantenga sus documentos personales y dinero en un lugar seguro.
• No
maneje grandes cantidades de dinero en efectivo.
• Certifique
al personal que vaya a contratar, verifique las referencias e investíguelo y si
despida a alguno de ellos, hágalo de buena manera, con todas las de la ley.
•
Mantener continua comunicación con familiares o amigos cercanos, para evitar
sorpresas desagradables, sobre todo telefónicas.
• Antes
de entrar o salir de su casa u oficina verifique que no haya nada ni nadie
extraño.
• Procure
traer consigo un celular o equipo de comunicación.
• No sea
ostentoso, es mejor que lo consideren una persona de perfil bajo.
• Evite
transitar por lugares poco concurridos, obscuros o sin vigilancia.
• Si es
empresario, procure despedir a sus empleados en buenos términos y de buen modo.
• Evite
viajar solo. No dé aventones a desconocidos.
• No se
detenga ante accidentes o problemas en la calle, podrían ser simulados y caería
en la trampa.
• Suela
manejar con buena distancia del auto previo para poder esquivarlo, en caso
necesario.
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Cornelio Merlín Cruz
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Rosy Romero
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