San Sebastián Tutla, Oax., 21 de Junio
2015.- “Don Eusebio, sabe usted que día es hoy y que se festeja?”, se le
inquiere así a un hombre de 102 años de edad, a lo que humildemente responde:
“Creo que sí, para mí es una cosa pues no
muy, muy en serio porque eso es un invento; lo efectivo es el amor de los hijos
o uno para los hijos, es lo que es ser padre, pero de ahí la fiesta esta que
hacen a mí no me parece, lo tomo así
sencillamente porque al llegar a ser padre como usted o como yo, la educación,
darles de comer y trabajar desde la mañana hasta las ocho o nueve dela noche es
la responsabilidad de ser padre”.
Así da inicio la entrevista, a Don Eusebio
Orozco Martínez, quien en el año de 1913 nació en Chihuahua y hoy radica en lo
que el cariñosamente llama “su amor y corazón Oaxaca”.
Nací en Chihuahua en el año de 1913 y
recién nacido, como así me relataba mi mamá (Teodora Martínez), nos fuimos a
Cerritos, San Luis Potosí y ahí, prácticamente viví durante casi cinco años, y
en la cual rememora, fue muy crítica,
“Tuve una infancia de pobreza, no teníamos
para calzado, la ropa pues era precaria, con parches éramos varios hermanos (Hilario,
Donato, Bárbara, Anastacia QEPD) yo, y mi mamá no tenía el sustento necesario
afortunadamente mi hermano empezó a trabajar a temprana edad en Ferrocarriles
Nacionales de México y nos posibilitó algunas mejoras en la economía familiar,
incluso nos compró una bicicleta, patines y lo que como niños queríamos, pero…
lo mataron y otra vez al suelo, otra vez la miseria”. Añade.
De ahí, con mis hermanos nos fuimos a la
Sierra de Las Palmas, rumbo a Tampico, Tamaulipas, y después de siete años, nos
trasladamos a Cuernavaca, Morelos, en donde viví la mayor parte de mi vida, por
espacio de 80 años, y el resto de mis años de vida los he disfrutado en “mi
amor y corazón Oaxaca”, refiere, en donde por espacio de 22 años permanece
acompañado de su hija Amanda Orozco Vásquez, así como de algunos de sus nietas,
nietos y bisnietos,
Don Eusebio “Don Chebo”, como
cariñosamente le refieren sus conocidos y vecinos, en tanto que otros niños más
de la Unidad Habitacional del Fraccionamiento “El Rosario”, en sus salutaciones
le llaman “Abuelito”, y a quienes con ese mismo cariño les corresponde a todos
con sus saludos, atentamente responde al ser cuestionado sobre su niñez.
“El momento más tranquilo y más bonito, le
voy a decir que no hubo un momento agradable, más que cuando estuve en las
Palmas porque mi hermano ganaba dinero y se lo daba a mi mamá y nos compraba
ropita, zapatos y lo que podía, pero siempre fue pobreza, pobreza y pobreza
hasta que crecí”.
Don Eusebio, tuvo la necesidad de empezar
a trabajar desde los 14 años de edad y durante todo el proceso de su vida lo
mismo laboró como estibador en Ferrocarriles Nacionales de México, esto en San
Luis Potosí, e incursionó como chofer y en la mecánica automotriz, se desempeñó
también como pequeño agricultor, vulcanizador, vendedor de línea blanca y
electrónica así como de seguros de vida, entre otros oficios, con el propósito
de obtener recursos para satisfacer las necesidades apremiantes de su familia
como personales.
Don Eusebio, al lado de su esposa doña Julia
Vásquez Sánchez procreó cuatro hijos, Roberto, Bertha, Amanda y Marcos Orozco
Vásquez, y aunado a la situación que enfrentó incluso antes de nacer, se
acrecentó cuando perdió a su mamá doña Teodora Martínez, quien falleció a los
40 años de edad, sin embargo su fe, fortaleza y su amor por su familia le hizo
atesorar las bondades de la vida “para mí un hijo representa un amor muy
diferente a todos los amores por ellos hay que luchar todos los días.
En este día, yo les diría a todos los
papás que sean muy felices con sus hijos o por sus hijos, tendrían que luchar
toda la vida para poder sostenerlos. Claro que hay algunos hijos que tienen las
posibilidades a diferencia de quienes no las tienen como los pobres; es muy
duro para los pobres hacer una vida más o menos con un gran sufrimiento, falta
de comida, falta de ropa falta de zapatos, falta de casa, es una constante lucha porque salen desde la mañana a trabajar
y haber que encuentran como padres para sus hijos”, remarca.
Don Chebo, tiene 14 nietos, 20 bisnietos y
primeramente con su fe en Dios, refiere, en septiembre próximo nace mi primer
tataranieto. El mismo Don Eusebio goza de excelente salud, su vista y condición
física está casi al 90 por ciento, solamente por prescripción médica se
administra dos medicamentos, vitaminas y para controlar la presión.
A pregunta expresa emite su mensaje:
“Felicitar a todo el mundo porque todo tiene derecho a vivir humilde o
ricamente, todos tenemos derecho a este mundo que es un mundo para todos; que
hay sus diferencias, las hay, el pobre aquí abajo el rico acá arriba, no es una
cosa pareja pero aun así es mundo es precioso, es lo más grande que tenemos, un
Dios tan divino y poderoso que aquí me tiene todavía en el suelo a pesar de mi
pobreza, de quedarme sin comer y así viejo tengo muchos años porque no
solamente me ha bendecido a mucha gente; le agradezco a mi Dios y al señor
Jesucristo todo lo que me ha dado”, puntualiza. (JJE).
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Cornelio Merlín Cruz
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