Ahora los tomates


Héctor A. Gil Müller

 Tomate es una palabra nahuatl, su significado tiene que ver con agua, agua en bola. Y cuando surgió el ji-tomate, se referían a un tomate con ombligo. Tan cautivador fue el tomate que los españoles lo llevaron a Europa conquistando el paladar de los comensales, en algunos países lo rebautizaron. En Italia, por ejemplo, le llaman  pomodoro que proviene de pomo d’oro o manzana de oro. El tomate refiere nuestra historia, consciencia y también presencia. Bien se dice en el argot gastronómico nacional: “pimientos y tomates, compadres”.

 Aunque el tomate viajó junto con el chocolate a Europa, aun se dice entre los barrios hispanos; “a todo le sienta bien el tomate, menos a las gachas y al chocolate”. Pero esa buena recepción del tomate mexicano no ha sido aplaudida en tierra americana, mas bien envidiada. “Un poco de algo y mucho tomate y no habra quien te mate”.  Refranean los productores antes este nuevo embate sobre la producción nacional

 El gobierno estadounidense ha fijado una nueva carga al tomate mexicano de 20.91% en su importación a aquel país. A diferencia de la guerra arancelaria, esta carga recibe el nombre de cuota compensatoria, es decir, una carga fiscal aplicada sobre un bien que presumiblemente está realizando una práctica desleal al comercio y con ello impidiendo la libre competencia con los productos nacionales. Se comprueba cuando se muestra que el precio en el exterior es menor al precio nacional o de producción. El 90% de las importaciones de tomate en Estados Unidos provienen de México. 6 de cada 10 tomates que se consumen en EUA son mexicanos. Un aumento en la carga de este producto se vería trasladado al consumidor en el precio. Sería más cara la “ketchup”, afirmó el Secretario de Agricultura Julio Berdegué al participar junto con la Presidenta Sheinbaum en la relatoría del tema.

 Desde 1996 los productores tomateros de Florida en Estados Unidos han acusado a los productos mexicanos de prácticas desleales al comercio. Señalan que los productores y exportadores mexicanos fijan un precio muy bajo para el tomate mexicano en EUA buscando romper el mercado y acaparar, por consecuencia, una mayor venta. Desde entonces las presiones arancelarias han surgido y se han negociado, Esta nueva aplicación de Trump al tomate mexicano forma parte de esas viejas rencillas, pero en medio de un tiempo en que la aplicación por decreto de esos controles parece ser la comidilla diaria. “El conocimiento es saber que el tomate es una fruta, la sabiduría es no poner tomate a un coctel de frutas”. Conviene mantener la distancia entre la guerra arancelaria y la aplicación de estas cuotas en medio de un entorno que más que conocer exige reaccionar con sabiduría. 

 El tomate es uno de los principales cinco cultivos mexicanos, su cobertura mundial corresponde al 25.11% del mercado global. Del total de exportaciones Mexicanas, según el informe del último trimestre de 2024, solamente el 3.1 % del valor total corresponden a productos agrícolas. La mayoria de nuestras exportaciones corresponden al sector manufacturero con un 91%. Que interesante que el gobierno de México ha dejado entrever que, así como se utilizó en 2019 en la negociación del acuerdo que liberó las cuotas entonces propuestas y que concluye con el nuevo anuncio americano, la aplicación en carrusel (contra ataque) de cuotas especiales al cerdo y pollo americano para su ingreso al país, puede volver a citarlo. Sería todo un tema en la mesa de negociación. Bien dice el refrán: “para el verano te espero, pollo tomatero”

 

 

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