Entendemos que el hombre es capaz de hacer las más terribles atrocidades, la capacidad para la maldad parece no tener ningún límite, la historia es una compilación de ello, dependiendo como se cuente narra siempre los más graves dolores de la sociedad que han sido causados por la misma sociedad. “El hombre es el lobo del hombre” afirmó Hobbes y no solo describe a un simple lobo, tampoco aquel salvaje lobo que entró en razón con el hermano Agustín, sino al más feroz y voraz. Los ejemplos abundan y parece la consecuencia de ellos la costumbre del anterior. Hay elementos que agravan el dolor, y calan más hondo que la gravedad del asunto y no está con la crueldad sino con el dolor que proviene por aquel que debiendo hacer algo no lo hace.
El incumplimiento del oficio es la dolorosa evidencia de la crisis. El peso que debe orientar la vertical que nos mantiene está en que cuidemos el propio deber. Maldita es la sociedad en la que el cuidador no cuidar, el gobernante no gobierna, el maestro no enseña o el médico no cura. A esa sociedad solo le queda el pasado, no tendrá ninguna expectativa. En temas de seguridad pública, el dolor es por quien debiendo cuidar no lo hace. La traición le quita cualquier significado.
La función pública descansa en ese honor, la esperanza del deber que se cumple. Eso es el buen deber. La satisfacción del deber cumplido empieza con la dignidad, ser digno es cumplir y hasta cierto punto convertir el deber en querer. No puede haber desarrollo en el caos del incumplimiento.
Las protestas que se levantaron por la situación de violencia en México han sido disipadas por un cierto viento de conformismo. El gabinete de seguridad Federal ha presentado sus avances para esclarecer el homicidio de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, y que ha servido como estandarte de una sensible y amplia protesta que aunque manifiesta parece no calar tanto aún. En días previos se presentó un nuevo detenido como autor intelectual y que se suma a los tres identificados participantes que se han encontrado asesinados, el primero, como autor material que fue abatido por las escoltas del alcalde y otros dos encontrados en una carretera de Michoacán. Hasta ahora todos han sido relacionados con un cartel criminal.
Desde la presidencia de la República se realizó el anuncio de una fuerte inversión para combatir la situación de inseguridad bajo n llamado plan de paz contra el crimen y la situación que atraviesa Michoacán. El estado que ahora parece superar la preocupación que hace unos meses causaba Sinaloa. El plan concibe una mayor presencia miliar, diversas acciones en materia de atracción económica y algunas otras para la reconstrucción social que se mencionan como elementos de ese plan nacional para recuperar a Michoacán. La exigencia sigue, lo importante es el deber cumplido. La confianza es un ambiente que se construye muy lentamente y se destruye con rapidez. Todo plan debe incluir la dignificación de los participantes, la brecha entre el ciudadano y el gobierno en cualquier materia hace perder la expectativa. No se trata de decir que hacer, sino de hacerlo y aproximar el gobierno que desde su lejanía se percibe frio e insensible. El deber cumplido debe ser una frase para empezar el día y no un recuerdo o buen deseo.
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